El avance de construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), hasta el mes de julio, es de 31.5% informó el Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM), quien respondió a lo dicho por el próximo secretario de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú, quien indicó que de acuerdo con la firma de ingeniera Parsons, el porcentaje de avance de las obras era de 20%.
A través de un comunicado, el GACM detalló que en total, más de 170 mil millones de pesos ya se encuentran contratados y han sido reportados, lo que representa 60% de la inversión total del proyecto.
La semana pasada, Jiménez Espriú dijo, en conferencia, que de acuerdo con información que tenía, el NAIM tenía un avance de 21% y que su construcción se tardaría más tiempo del previsto, ante esto, GACM puntualizó que las obras llevan ya, al mes de julio, un avance de 31.5% junto con el edificio terminal, la torre de control aéreo y pistas, la preparación de estudios y planes maestros de la construcción, el diseño y ejecución de proyectos de desarrollo, las provisión de materiales, la adquisición de terrenos, detalles sobre la gerencia de construcción, algunas obras hidráulicas, ambientales y sociales, y la transición aeroportuaria para usuarios y empleados.
Jiménez Espriú, declaró, el jueves pasado en su participación dentro del foro México Summit 2018: The Economist, que tanto el “NAIM como la construcción de una nueva base aérea en Santa Lucía eran opciones malas”, sin embargo, se encuentran analizando con diferentes firmas de ingeniería “cual es la menos peor”.
Además, reiteró que será esta semana, cuando se realice la consulta participativa para saber si se cancela la construcción del Nuevo Aeropuerto o sigue en pie, en la cual primero se le informará a toda la población sobre el avance de la construcción, y las opciones que se tienen para que la consulta se lleve a cabo de una forma “informada”.
A finales de esta semana se sabrá cuál es la opinión de la ciudadanía y con base en ello el gobierno entrante tomará una decisión al respecto de si seguir con la construcción de NAIM de Texcoco o bien hacerle ampliaciones al actual Aeropuerto Benito Juárez y construir dos pistas más en la base de Sta. Lucía.
Su cancelación afectaría la inversión y el empleo, y constituirá una oportunidad perdida para mejorar la competitividad de México. El cancelarlo implicaría que se deteriorarían 6 mil millones de dólares en bonos que están respaldados por los cargos de pasajeros o la tarifa del uso actual, además de que afectaría al turismo nacional porque crearía incertidumbres en torno a las políticas y podría frustrar futuros planes del sector privado.
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