La paz en el mundo es una utopía. Sin embargo, se lucha por mantenerla.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) es la encargada de fomentarla mediante misiones de paz a través de los cascos azules. Un grupo de hombres y mujeres capacitados y entrenados para preservar la paz en zonas de conflicto internacional.
México reanudará su participación en misiones humanitarias a partir del 2015, como parte de la nueva estrategia del gobierno federal para expandir la cooperación y la presencia militar a nivel global.
El objetivo de México en esta materia es estrechar lazos y acuerdos de colaboración con otros países, fortalecer la eespecialidad de militares mexicanos e investigadores. Así como, promover mayor intercambio, capacitación y participación de México en operativos internacionales.
La causa es noble. La pregunta es ¿si México esta preparado para dar la cara por la paz y la seguridad en otros países, cuando no ha podido lograrla en nuestra propio territorio?
Basta abrir las páginas de cualquier diario de circulación nacional para saber que la violencia no ha podido ser atajada por el gobierno actual. Basta con ver la cifras de fallecidos a diario en distintos Estados del país en manos del crímen organizado para cuestionar al gobierno sobre la pertinencia de colaborar en este tipo de acciones. ¿Cómo participar en operativos para fomentar la paz en el mundo cuándo no se puede mantener la paz en territorio nacional? No será que más bien, ¿que el necesita ayuda es México para concretar la paz y la seguridad que nos merecemos los mexicanos?
Pese a las críticas y los cuestionamientos, el Presidente Enrique Peña, ha decidido que México se una a estas misiones en donde nuestro país desempeñará estrictamente acciones humanitarias. De esta manera se garantiza el respeto a nuestra Constitución y paralelamente se brinda ayuda a los países para superar conflictos; sin intervenir de manera bélica en su contra, ya que de hacerlo, podría tener costos políticos y resultar contraproducente.
Y ¿qué gana México? La respuesta es: credibilidad. El hecho de participar de la mano con la ONU le permite a nuestro país tener una actitud más protagónica, asi como una mayor proyección en el extranjero.
De acuerdo con información oficial, México ya ha participado en operaciones de mantenimiento de la paz en tres ocasiones. Las dos primeras con observadores militares: en Los Balcanes (1947-1950) y en Cachemira (frontera entre la India y Pakistán) (1949). En El Salvador (1992-1993) tuvo una participación con 120 policías.
Se espera que en esta ocasión, elementos del ejército mexicano participen en en temas de asistencia jurídica, cooperación ministerial y policial e intercambio de información contra el crimen organizado.
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