Agustin Basave presentó su renuncia irrevocable a la presidencia del PRD que se hará efectiva a partir del 2 de julio. El motivo de su renuncia tiene que ver con la situación que se vive al interior del Partido de la Revolución Democrática que según sus propios testimonios “se ha convertido en corrientes internas de presión” por lo que muchos perredistas tienen más lealtad a las corrientes que forman el partido que al partido en si.
El propio Basave ha hecho un llamado a los partidos políticos de oposición a que se unan para realzar alianzas para sacar al PRI del poder.
A casi 8 meses de haber asumido su cargo al frente del partido, al cual llego con el 97 % de votos a favor, Basave dijo que se sentía satisfecho de las victorias que lograron en estos últimos comicios de principios de junio, sobretodo aquellas en las que lograron concretar alianzas con el PAN para gobernar Veracruz, Durango y Quinatna Roo.
Para quienes se preguntan ¿por qué renunció?, los motivos para él han sido muy claros, desde hace tiempo que existe una ingobernabilidad dentro de su partido y ha preferido salir de ese puesto y esa responsabilidad, ya que la fragmentación que se vive al interior de su partido es muy fuerte y no le permitió seguir dirigiendo al perredismo nacional.
Según lo que ha dado a conocer, el problema que tiene el PRD es un problema estructural, en el que no existe unidad. No critica el hecho de que existan corrientes en si mismas, lo cual sucede al interior de cualquier partido político u organización, sino que el problema es que a pesar de las diferencias no logran concretar acuerdos sólidos que les permitan actuar como una sola entidad, lo que provoca que las personas estén más comprometidas con las propias corrientes que con el mismo partidos y eso dificulta mucho la actividad de dirigir al partido, lo cual califica como un grave error.
De hecho, una de las ventajas que tenía como miembro del PRD es que al no pertenecer propiamente a ninguna de las corrientes internas pretendía buscar la conciliación y fungir como un elemento unificador que llevara al PRD a buen puerto, como una especie de arbitro, lo cual no fue posible, por lo que decidió renunciar a su cargo, y será a partir del próximo 2 de julio que se reincorporará a su curul en San Lázaro en la Cámara de Diputados en donde había solicitado licencia.
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