Una vacuna desarrollada por la Academia de Ciencias Médicas Militares de China y la compañía CanSino Biologics fue patentada esta semana en China. El mismo país de origen del coronavirus.
Está es la primera vacuna en recibir el visto bueno de las autoridades chinas, que en junio fue aprobada para uso militar.
Por lo que además de la vacuna Rusa que ya fue aprobada y está siendo producida para su aplicación en un mes, China ya también tiene su propia vacuna, y está en conversaciones con Rusia, Brasil y Chile para lanzar la fase III de los ensayos de esos países. Las acciones de CanSino en Hong Kong subieron alrededor de 14% y las de Shangai lo hicieron un 6.6%.
Aunque la farmacéutica se encuentra en última fase de ensayos clínicos es necesario esperar a ver los resultados y asegurarse de que sea eficaz y segura. Este es otro gran paso en materia de salud. La patente de un vacuna es un primer avance para poder encontrar la cura definitiva a la pandemia.
Por el momento la vacuna ha mostrado una buena respuesta inmunológica en ratones y roedores y puede inducir al cuerpo a tener una respuesta adecuada en poco tiempo, en cuyo caso podría ser producida en masa para ser aplicada a millones de personas en todo el mundo.
Los autores de la vacuna en China han dado a conocer que las personas que han recibido la solución inyectable no habían estado expuestos al virus después de la vacunación por lo que no es posible aún determinar los resultados.
La patente china forma parte del procedimiento normal del desarrollo de una vacuna. Se trata de un “proceso paralelo independiente a la parte más científica y sanitaria de evaluar la seguridad y eficacia del medicamento.” La patente demuestra la “originalidad y creatividad” de la vacuna.
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