Da pena ver las reacciones que se dieron en contra de Emma Watson Embajadora de Buena Fé después de su discurso sobre igualdad de género en el marco de las Naciones Unidas.
Después del apasionado discurso de Emma Watson sobre la igualdad. Un grupo de hackers la amenazó a través de las redes sociales de publicar fotografías con desnudos de su persona. Nada más intimidatorio y bajo que intentar golpear su integridad con imágenes hackeadas de la red.
Yo por el contrario, aplaudo su discurso y me pongo de pie. Porque lejos de ser un discurso feminista tenía todos los ingredientes de un discurso de equidad. ¿Quién dijo que las mujeres no pueden destacar profesionalmente? ¿Quién dijo que no se puede tener una pareja si no se es sumisa?
Si bien es cierto, que a pesar de que la inteligencia y la capacidad femenina esta probada en muchos ámbitos y que cada día son más y más las mujeres que destacan en el mundo por su calidad como profesionistas, por su destreza intelectual, por su preparación académica, por ser buenas madres y parejas solidarias… también es cierto que todavía hay una gran injusticia en materia de oportunidades para las mujeres.
El problema empieza en casa. En donde los padres juegan un rol fundamental. Muchos padres temen que sus hijas se desarrollen y destaquen en distintos ámbitos, quizás porque cuestiona su virilidad. Este tipo de padres inseguros educan a sus hijas para las labores del hogar. La contradicción es total, cuando además las empujan a estudiar con la creencia de que les dará el suficiente “mundo” para poder ser unas buenas esposas y madres de familia.
Nada más penoso que una sociedad en donde secretamente se inculca la desigualdad. Mujeres que no son reconocidas por su inteligencia y su destreza. Y hombres incapaces de verbalizar sus sentimientos y expresarlos con libertad sin temor a ser juzgados. Si supieran lo valorados que serían por muchas mujeres por ser sensibles, inteligentes y empáticos.
Y es que ni las mujeres gozan de las oportunidades económicas que los hombres. Ni los hombres son beneficiados por los goces de la equidad.
El camino a la equidad en el mundo esta en pañales. Pero está. Hoy en día todavía hay miles de mujeres que no pueden elegir a que edad se casarán ni con quién. Que viven violencia, abusos y maltrato. Hombres que enferman de depresión, o de ansiedad por no poder expresarse. La esperanza de que las nuevas generaciones puedan construir relaciones en plena igualdad, basadas en el respeto mutuo ya está labrado.
Hombres y mujeres seamos libres y fuertes. Se necesita valor para reconocer el talento femenino y la sensibilidad masculina.
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