En las calles de Tokio en Japón se realizó la primera prueba del taxi autónomo parte de un joint venture entre la tecnología de la compañía robótica, ZMP y la compañía de taxis Hinomaru Kotsu, fundada en 1991, con miras para que queden listos para también Juegos Olímpicos y Paralímpicos de 2020.
Hinomaru Kotsu afirman que “es la primera vez en el mundo que se pone a prueba un servicio de taxis autónomos en el que los pasajeros pagan una tarifa como si se tratase de un taxi convencional.”
Este vehículo es una minivan, equipada con sensores y tecnología de conducción autónoma que efectúa cuatro viajes de ida y vuelta diarios entre las instalaciones comerciales de los distritos de Otemachi y Roppongi en Tokio, que se encuentran a unos 5,3 kilómetros de distancia.
Las pruebas estarán hasta el próximo 8 de septiembre, y aunque las reservas ya fueron agotadas, se realizaron on line, con un costo por viaje de 1.500 yenes (unos 13,5 dólares) por trayecto y los pasajeros usan una aplicación de teléfono inteligente para comenzar su viaje
Este proyecto cuenta con financiamiento parcial del Gobierno Metropolitano de Tokio y aunque la tecnología hace posible todo (que el coche arranque, se detenga y gire), un conductor y un asistente irán en esta etapa a bordo para garantizar la seguridad.
Los pasajeros tienen que solicitar la recogida a través de una app para el teléfono móvil, donde también pueden realizar el pago, que tiene un coste de 1.500 yenes por trayecto (11,53 euros al cambio actual). “Fue un viaje tan natural que casi me olvidé de que era un coche sin conductor. Sentí el avance de la tecnología”, afirma uno de los pasajeros que ha podido probar el servicio.
Se tiene previsto plantear una segunda ruta de pruebas más adelante este año, que conectará el aeropuerto de Haneda con el centro de Tokio. Si los planes siguen su curso, el servicio completo se estrenará en 2020.
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