Esta semana la NASA ha dado a conocer que el año pasado, un meteorito que explotó sobre la atmósfera de la Tierra en el mes de diciembre cuando tenía la fuerza de diez bombas nucleares como la que destruyó Hiroshima, de acuerdo con los científicos.
El meteorito no fue detectado en su momento porque explotó sobre el Mar de Bering, en la península de Kamchatka, Rusia, lejos de cualquier costa.
El oficial de la defensa planetaria de la NASA, Lindley Johnson, afirmó al medio que los meteoritos tan grandes son raros y normalmente llegan a la Tierra dos o tres veces cada cien años.
En esta ocasión, el objeto explotó a 25.6 kilómetros sobre la superficie de nuestro planeta y tenía una energía de 173 kilotones.
Esta explosión ocurrida el 18 de diciembre, fue la segunda más grande de los últimos 30 años y sólo quedó por detrás de la ocasionada por el meteorito que explotó en Cheliábinsk, Rusia, en 2013 y que dejó a mil 200 personas heridas con su impacto.
Este tipo de incidentes ha forzado a los científicos a buscar nuevas maneras de monitorear y predecir el momento en el que un meteorito se estrellará con la Tierra. Un telescopio espacial llamado NeoCam está siendo desarrollado por la NASA para ayudar a los Observatorios terrestres.
Según Amy Mainzer, la encargada del proyecto NeoCam, este telescopio podría descubrir asteroides más grandes de 140 metros desde un punto gravitacional en el espacio.
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