La historia de los Reyes Magos, según la Biblia se remonta a la época del nacimiento de Jesucristo, pues en el Evangelio según San Mateo durante el tiempo de Herodes III llegaron unos magos en búsqueda del llamado “Rey de los Judíos”, siguiendo una estrella de Belem que los guiaba desde el Oriente.
Durante esa época, “magos” no se refería a poderes mágicos sino era el nombre que recibían los adivinos y astrólogos. Además se cree que estos reyes provenían de diferentes zonas: Asia, África y Europa, representando la unión de las tres razas y continentes que se conocían en aquella época, hoy investigadores e historiadores creen que probablemente provenían de una zona que ahora es Andalucía.
Los tres Reyes Magos siguieron la estela de la estrella de Belén para llegar hasta el pesebre en el que se encontraba el Niño Jesús. Una vez allí lo obsequiarían con oro, mirra e incienso. A lo largo del tiempo se han representado a tres Reyes Magos con los nombres de:
Melchor, siendo éste un anciano con barba blanca quien llevaba como obsequio el oro, representando con ello la naturaleza real.
Gaspar: un joven rubio que en sus manos llevaba incienso, representando gloria, alabanza y poder.
Baltasar, un hombre de raza negra, quien lleva de regalo mirra como símbolo de naturaleza humana.
Actualmente en la Catedral de Colonia en Alemania, se encuentran las reliquias de los Reyes Magos, dicha edificación fue construida especialmente para albergarlas y fueron llevadas ahí por el emperador Federico Barbarroja desde Milán.
Hoy en día esta celebración en México es de las más representativas y da culminación a la época decembrina, según la tradición los niños dejaran su carta a las Reyes Magos por la noche, para que al día siguiente reciban regalos pero si se portaron mal solo les dejaban bajo el Árbol de Navidad un carbón.
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