11 millones de personas han dejado de utilizar el cubrebocas en Wuhan, China, en la misma ciudad del mundo en donde inicio la pandemia. Tras detectarse los primeros casos de coronavirus, y meses de confinamiento, los habitantes de esta misma zona hoy disfrutan de la vida normal. A tal punto que ya se han despojado de las mascarillas y ya han salido a las calles.
Después de 76 días de encierro desde el 23 de enero los turistas han comenzado a llegar, en los últimos días hay jóvenes bailando en fiestas tecno, puestos de comida en las calles, el flujo vehícular ha continuado incrementando.
Mientras que en otras ciudades como la Ciudad de México, Washington, Berlín, París o Nueva York es necesario utilizar la mascarilla en Wuhan el objeto símbolo de la pandemia y los trajes completos han sido suprimidos.
Los turistas han vuelto a las zonas de viaje fotografiándose sonrientes ante la Torre de Grulla Amarilla, uno de los monumentos emblemáticos de Wuhan con artesanías rojas y naranjas.
La reactivación económica ha sido lenta en el comercio y se han logrado realizar algunos proyectos que estaban previstos antes de la epidemia.
Y aunque la reactivación económica es lenta, las ventas cotidianas pasaron de 300 yuanes a 1000 yuanes que ya es un primer avance.
En el Museo de la Revolución se pueden observar trajes de cuerpo completo con dedicatorias que fueron utilizados por el personal médico durante la crisis.
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