Cuenta Nilufer Demir el fotógrafo que tomó la imagen de Aylan como pudo captar ese momento que le robo el corazón al mundo.
Nilufer, el fotógrafo que labora para la agencia turca DHA se encontraba recorriendo las playas cerca de Bodrum. Su misión era hacer tomas a un grupo de migrantes paquistaníes que se encontraban en la zona. Rostros de desesperación, y el retrato del dolor humano se le presentaban frente a su lente. De pronto, una gran sorpresa, inexplicable y dramática a la vez, Nilufer detectó al pequeño Aylan, justo en la orilla de la playa.
Ahí al lado del mar estaba el niño de tan solo tres años de edad sin vida. Boca a abajo y con sus dos manitas extendidas bajo su cuerpo, indefenso y sin respiración yaciendo al lado del mar.
Sin pensarlo demasiado el fotógrafo reaccionó como lo hace un profesional y accionó el botón de la cámara. El propio Demir narra como decidió tomar la fotografía, con el objetivo de que el mundo escuchará el grito de un niño que ya no podía hablar.
Lo que Nilufer no pudo imaginar fue lo alto y lo fuerte que que llegaría con esa imagen.
Fue tal la conmoción y el impacto que recibió el mundo que logro varios objetivos, incluso sin proponérselo; poner en el radar de la humanidad el drama de la guerra. Ubicar la problemática de los refugiados que luchan desesperadamente con salir de su situación para encontrar un lugar de paz en donde puedan asentarse y poner en alerta a Europa para abrirle las puertas a los refugiados.
Esta imagen confirma que una sola fotografía puede cambiar consciencias y transformar al mundo.
Miles de imágenes de muerte, guerra y diversas situaciones de dolor se toman a diario en todo el mundo, sin embargo, esta tenía en sí misma el poder de poner a reflexionar a la humanidad sobre el valor de la vida.
No es necesario ver todo el contexto de lo que sucedió, con tan sólo ver la imagen del pequeño al lado del mar, el mundo pudo imaginarse la tragedia.
Ante la disyuntiva de si mostrar al niño en franca debilidad al lado del mar, la mayoría de los medios decidió hacerlo para mostrar una realidad que nadie tenía presente. Justo cuando no se tenía en el radar el problema, cuando nadie estaba pendiente de lo que estaba sucediendo con los refugiados, con la migración y sus fatales consecuencias, aparece la foto de Aylan, conmovedora y profundamente triste.
El drama de la guerra esta presente desde siempre en la consciencia colectiva, miles de imágenes circulan en los medios de lo que sucede cuando la sin razón de la guerra se apodera de las naciones o los pueblos, sin embargo la imagen de Aylan es el resumen más nítido de la fragilidad humana ante la sin razón de la guerra.
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