La música es determinante en la vida de las personas. Se queda grabada a lo largo de las distintas etapas nuestras vidas, desde la hora del nacimiento, incluso en la etapa previa a dar a luz, influye en nuestros pensamientos y determina estados de ánimo.
Durante la niñez y la adolescencia, la música deja una huella en cada persona, estas dos etapas son my importantes ya en la que se busca definir la personalidad y gustos del adulto. Por ello es tan importante su presencia en la vida infantil.
El Doctor Stefan Kölsch neurocientífico del Instituto Max-plank de Alemania y su equipo llegaron a la conclusión de que:
“el cerebro de un ser humano ha desarrollado una gran afinación para recepcionar y producir música.”
La música es vital para el hombre. Ameniza los lugares, le da sentido a las fiestas y a diversos tipos de situaciones.
Esta presente la mayor parte de nuestras vidas de manera consciente e inconsciente, siempre deja un sello a quien la escucha.
Cuando un bebé está dentro del vientre materno, el oído del feto vincula la música con el mundo exterior, es por ello que a las mujeres embarazadas se les recomienda que el bebé escuche su música de preferencia clásica, para estimular la sensibilidad del neonato y con ello estimular su creatividad musical y su inteligencia durante la gestación.
La música influye en la infancia.
En esta etapa la música ayuda a potenciar la memoria, cuando un niño es enseñado a multiplicar por ejemplo, es recomendable hacerlo acompañado de alguna canción o pieza musical, está comprobado que es mucho más fácil memorizar, y hacer del aprendizaje una grata experiencia. Por ello se recomienda para estimular el aprendizaje en los menores, ya que está comprobado que aumenta su la capacidad de retención y hace más ligero el proceso. Los expertos utilizan la música para promover empatía a la hora de aprender.
La música es extraordinaria para recordar.
A través de los sonidos y la letra de las canciones es posible recrear escenarios o momentos, por ello es un gran estimulante para la vida de cualquier ser humano. Al ritmo del sonido puede generar sentimientos de tristeza, alegría, felicidad. Es posible levantar el ánimo y se convierte en un vinculo de comunicación importante entre las personas.
Tus gustos musicales determinan tu manera de pensar.
Según estudioso de la Universidad de Cambridge, el tipo de música que escuchas puede reflejar la forma en la que trabaja tu cerebro, la manera en la que analiza los acontecimientos y procesa la información. Por lo que concluyeron que a quienes gusta la música clásica y melódica suelen ser personas más empáticas, que los que tienen preferencias más vanguardistas que suelen ser más metódicos en su forma de pensar.
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