El tribunal británico, mutó a la firma de ropa trasnacional Hugo Boss con un monto de 1.83 millones de dólares por la muerte de un niño menor de edad que le cayó encima un espejo de un probador durante junio del 2013.
El pequeño Austen Harrison perdió la vida a los cuatro años de edad por las heridas que le causó un espejo de 120 kilos con un marco de acero que no estaba bien colocado en la pared, lo cual detonó el mortal accidente, así lo dio a conocer un juez de la Corte de la Corona de Oxford.
La empresa tuvo que admitir que la tienda ubicada en Bicester en el centro de Inglaterra no cumplía con la normatividad de la seguridad británica.
El propio juez que llevó a cabo el caso, dio a conocer en su sentencia que el riego que suponía ese espejo en la tienda era enorme, “debería haber sido obvio para cualquiera”, incluso aseguró que había sido un “milagro que no se hubiera caído hasta entonces”
Por su parte, la firma emitió un comunicado en el que se disculpó por el accidente que “impacto y entristeció” la empresa. Aseguro en su pagina web, que no había palabras que pudieran expresar por parte de la compañía para aliviar el enorme sufrimiento que les fue causado a los padres de Austen. Externó sus condolencias y arrependimiento por lo sucedido.
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