Si hay una fiesta que se vive con adrenalina, audacia, y vértigo, son las fiestas de San Fermin, en Pamplona, mejor conocidas como “Los sanfermines”.
Se trata de la celebración en honor a San Fermin de Amiens una celebración que se lleva a cabo año con año en la Ciudad española de Pamplona del 6 al 14 de julio. Un evento reconocido a nivel mundial que comienza con el lanzamiento del “chupinazo”, un cohete pirotécnico que se lanza el día 6 de julio a las 12 del mediodía para dar inicio las festividades de una de las celebraciones más excéntricas del mundo.
Entre las actividades que se llevan a cabo en los sanfermines esta “el encierro”, un recorrido que se hace durante todos los días que dura la fiesta en el que sueltan a una serie de toros en un recorrido de 849 metros y en donde la gente debe correr hasta la plaza principal delante de ellos.
Durante 9 días de festividad en donde españoles y extranjeros visitan la capital de Navarra para vivir todo tipo de experiencias.
Desde los actos religiosos que se llevan a cabo durante estas fiestas en honor a su santo cuyo origen se encuentra origen en la Edad Media, pasando por las corridas de toros, los bailes, la música, la comida y los cantos. Toda una vivencia para quienes lo visitan.
Los famosos encierros tienen su origen en la Edad Media con la entrada de los pastores que llevaban toros de lidia desde las dehesas hasta la Ribera de Navarra con destino a la Plaza Mayor, a raíz de ello muchos decidieron desafiar a los toros y lanzarse a correr delante de ellos, los primeros fueron los carniceros y posteriormente a pesar de la prohibición de hacerlo fueron sumándose cada vez más hasta que se convirtió en una tradición que consta de rezos previos a el encierro, y lanzarse a las calles cubiertas de vallas de madera por la que ríos de gente y toros desfilan rumbo a la Plaza Mayor.
Este año como otros se concentra una amplia cantidad de gente durante las fiestas. A pesar de los peligros que representa correr dentro de los encierros con los toros, los españoles no dejan de asistir.
Se trata de una tradición milenaria en donde las aglometaciones no se hacen esperar. A lo largo de los días se escuchan historias de los aficionados a las fiestas que narran todo tipo de experiencias. Las calles de Pamplona se convierten en todo un espectáculo por el que los toros corren sin parar con ánimo de envestir a quien se les ponga de frente, mientras cientos de personas en su mayoría hombres corren por las calles acompañando y sorteando a los toros, para no ser embestidos por ellos. Hoy en día es penado a quien lastime o moleste a los toros.
En una plaza llena arriban los toros y sus seguidores para ser vitoriados por el público que los espera.
RSS