Quien iba a pensarlo, tuvieron que pasar 54 años para que la bandera de los Estados Unidos volviera a ondear en La Habana. Eran las 10:38 de la mañana, unos segundos hicieron historia.
Tres marines norteamericanos fueron los encargados de izar la bandera de los Estados Unidos en Cuba, de la misma manera que la desmontaron hace más de medio siglo.
Emocionados incluso hasta las lágrimas, cubanos y estadounidenses vivieron este histórico momento. En el que izaron la bandera. Mike East, sargento de artilleria, Larry Morris y Jim Tracy, los mismos que el 4 de enero de 1961 fueron los responsables de retirarla de tierra cubana estuvieron presentes para cambiar la historia. Los tres entonces jóvenes volvieron a la isla con la madurez de una vida, para volver a colocarla.
Después de que ambos países decidieron retomar sus relaciones diplomáticas el pasado 20 de julio.
Se escucho música. Los acordes de los sonidos de suspenso fueron parte del evento y finalmente sucedió: la bandera norteamericana estaba colocada de nuevo sobre mástil.
El secretario de estado John Kerry se veía feliz. Habían dejado atrás las diferencias con los cubanos y con este acto emprenden una nueva relación bilateral que abrirá nuevas oportunidades de negocio para los estadounidenses y sobretodo para los cubanos.
A partir de este momento Cuba vuelve a abrirse al mundo. Conscientes de que su país esta por cambiar los cubanos se acercaban al lugar de los acontecimientos.
Kerry arribó a La Habana para celebrar un momento de gloria e iniciar una nueva etapa de relanzamiento de las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba.
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