El nadador estadounidense Michael Phelps, ha pasado de la peor etapa de su vida, en donde estuvo vinculado con drogas y alcohol, a convertirse en toda una leyenda Olímpica durante estos Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 conquistando 26 medallas en su haber de las cuales 22 medallas son de oro.

Phelps, construyó una trayectoria de éxitos y ascenso hasta los Juegos Olímpicos de Beijing en donde empezó su decadencia, se peleo con su entrenador, se alejó de la piscina, y comenzó un proceso autodestructivo importante.

A pesar de ello, logró conquistar 4 medallas en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, y posteriormente paso por momentos muy complejos, que lo llevaron a pensar según su propias declaraciones “hasta el suicidio.”

Después de los Juegos Olímpicos de Londres, se dedicó durante una temporada a beber sin limite, a visitar bares y fiestas en donde gustaba ser el centro de atención, para terminar con su reputación y uno que otro contrato publicitario.

La última hazaña que le costó la salida del equipo olímpico fue un arresto en la ciudad de Maryland por conducir bajo los efectos del alcohol y drogas, lo que le provocó tener que asistir a una terapia de recuperación durante un tiempo para poder volver a retomar su carrera profesional.

Después del proceso de rehabilitación, Phelps decidió reconstruir su vida al lado de su actual pareja, Nichole Johnson, madre de su primer hijo, Boomer de tan sólo dos meses, quien ha sido parte importante del proceso de rehabilitación del nadador que hoy se ha convertido en toda una leyenda del deporte.

Tan solo en estos Juegos Olímpicos de Río, Phelps ha logrado conquistar hasta 4 medallas de oro, la primera ganando los 200 metros individuales de mariposa, los relevos de 4×200, la prueba individual de estilo libre 4×100, y los 200 metros libres con las se consagra con campeón indiscutible de la natación a nivel mundial.