Para beneplácito de los mexicanos la película de Alejandro González Iñarritú, Birdman se llevo 4 galardones en la noche de los Oscares 2015. Entre los que se encuentran: Mejor Director, Mejor Guión Original, Mejor Película y Mejor Fotografía. Definitivamente, los reconocimientos estrella de la noche fueron para los mexicanos.
Si algo dolió fue el comentario racista, discriminatorio y desatinado de Sean Penn el actor y amigo del “Negro” que previo a la entrega de la estatuilla, bromeo sarcásticamente acerca de la procedencia del mexicano: “¿Quién le dio a ese hijo de puta una tarjeta verde (green card)?” Haciendo un reclamo a la procedencia de los inmigrantes en su país.
Los mexicanos mandan en Estados Unidos, no solo porque son la fuerza de trabajo que los sostiene en muchos ámbitos laborales que nadie más quiere realizar, los trabajos más duros y más mal pagados los realizan nuestros compatriotas. Pero ahora si fue determinante, los mexicanos se han adueñado del escenario más importante de los Estadounidenses en materia artística. El Dolby Theatre de los Los Angeles ha consolidado el poder mexicano en los Estados Unidos. Son los mexicanos los creativos más cotizados en el mundo en materia cinematográfica por segundo año consecutivo.
La respuesta de Iñárritu no se hizo esperar; ante tal agresión, el galardonado puso el acento en el tema de inmigración dedicándole su premio a “aquellos mexicanos que viven en este país, quienes son parte de la ultima generación de migrantes, rezo para que ellos puedan ser tratados con la misma dignidad y respeto que aquellos que llegaron antes y construyeron esta increíble nación de inmigrantes.”
Cachetada con guante blanco para el desaire que recibió de Sean Penn, los premios a Birdman colocaron a los mexicanos en una posición triunfadora por encima de otros talentos globales.
Lo que muestra una vez más, que todavía hay mucho camino que andar en materia de migración, discriminación, racismo e igualdad de oportunidades en los Estados Unidos.
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