Ni en Zacatecas, ni el Estado de México, Guerrero, Oaxaca o Tamaulipas, ni tampoco en los municipios de Huixquilucan, Naucalpan, o Tlanepantla, los ciudadanos se rehusan a ser funcionarios de casilla.
Según diversos sondeos realizados entre la ciudadanía, los motivos son variopintos, van desde motivos económicos hasta personales, familiares, de horario hasta el temor a la extorsión o al crimen organizado.
Según las encuestas levantadas por diversos medios, las razones por las que las personas no desean comprometerse y ser funcionario de casilla son:
1. La inseguridad que se vive en los Estados.
La ciudadanía apela a que la inseguridad y el deterioro social que se vive en ciertos estados o municipios del país no contribuyen a que sea una elección placentera el participar en los comicios intermedios de este año como funcionarios públicos. La desconfianza en las instituciones los ha llevado a sentirse intimidades para ejercer sus deberes democráticos y por lo tanto prefieren no participar a tener que sufrir alguna situación comprometedora durante las elecciones.
2. Conflictos comunitarios.
Los diversos conflictos sociales y de intereses de grupos sociales al interior de las comunidades han logrado que la ciudadanía no quiera participar en los comicios como funcionarios de casilla para evitar cualquier tipo de roce con estos grupos dentro de su comunidad.
3. Presencia del crimen organizado.
Otro de los factores que influyen para que la gente no quiera participar es la presencia del crimen organizado en las localidades en las que se llevarán a cabo las elecciones. Los funcionarios pueden sentirse intimidados por la delincuencia organizada o bien, por la delincuencia común, los conflictos político-sociales y por ende, no quieren participar en la realización de los comicios. Además de que temen que puedan robar la documentación oficial y pedir a cambio algún tipo de extorsión.
4. Falta de remuneración económica.
La ciudadanía se niega a formar parte de los funcionarios de casilla es porque no hay ninguna retribución económica a cambio de su trabajo, por lo cual se hace más pesada la labor sobretodo porque se requiere dedicarle muchas horas previas a los comicios y se tiene mucha responsabilidad estando al frente de las casillas.
5. Se gana más como “mapache”
Muchos de los encuestados dicen que se gana más dinero como “mapache”, si, las personas que se dedican a inflar las urnas con votos a favor de un cierto partido político, por lo que definitivamente muchos se niegan a contribuir con la labor de trabajar de a gratis con el INE, además de que aseguran que “los que llevan acarreados o consiguen votos, siempre ganan más, aunque sea les dan una camisa o una cachucha en cambio a los funcionarios, a veces, ni las gracias les dan.”
¿A ti te gustaría participar como funcionario de casilla?
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