Para quienes aman a los animales, esta es una triste y dolorosa historia que ha generado la creciente indignación mundial por la muerte de “Cecil” uno de los leones más queridos en Zimbahue.
Bren Stapelkamp, un reconocido investigador de la Universidad de Oxford fue quien le dio seguimiento a Cecil durante nueve años. Lo describió como un león, “confiado”, “juguetón”, “majestuoso” y “no agresivo.”
Era famoso precisamente por ser el felino más tierno de la región, además del más grande y dulce. Por lo que muchos turistas sin temor decidían tomarse fotografías a su lado.
Una de sus últimas fotos fue precisamente tomada por el investigador justo antes de su muerte el 1 de julio de este año.
Walter Palmer, un dentista aficionado a la caza de animales, resultó ser el responsable de quitarle la vida imponente animal. Según el mismo lo narra, “pago la cantidad de $50 mil dólares por matar al león.” El norteamericano, dijo que:
“desconocía que el león haya sido tan importante en la zona. Asegura que se confió de los guías locales para asegurar una cacería legal.”
Por lo que grupos ecologistas piden se haga justicia por la muerte del animal.
Palmer oriundo de Minesota, Estados Unidos, lanzó un comunicado en el que aseguró que “él cazó al animal con la ayuda de guías profesionales que le dijeron que contaba con todos los permisos necesarios para hacerlo.”
Sin embargo la sociedad no ha quedado conforme con dicha explicación, ya que se dio a conocer la manera en la que el animal fue herido con una flecha hasta atraerlo fuera de la zona de protección del parque con una carnada.
Después de 40 horas de búsqueda, y de agonía, Cecil fue encontrado por los cazadores quienes le dispararon, para quitarle a piel, cortarle la cabeza como parte de los trofeos de caza, situación que lamenta el pueblo de Zimbahue y el mundo entero.
Cecil era el líder de una manada de tres hembras y sus descendientes, por que se han quedado sin su macho.
El dentista y aficionado a la caza es conocido por ser un cazador polémico. En 2009 Palmer fue entrevistado por el diario The New York Times sobre la caza de un alce que realizó y que fue el motivo de un libro sobre récords de caza con arco y flecha.
Las autoridades lo tenían en la mira después de que mintió respecto a la caza de un oso negro que mató en Wisconsin, investigaban si lo había matado en la zona de protección de animales o fuera de ella.
Las autoridades estadounidenses iniciaron ya una investigación acerca de los hechos para “investigar si se violaron las leyes estadounidenses de conspiración, soborno de funcionarios y caza ilegal de animales protegidos.”
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