Las investigaciones sobre el perfil y la vida del copiloto que decidió “voluntariamente” estrellar el avión de GermanWings en el que viajan 150 personas siguen avanzando.
Depresión, tratamientos, angustia y la ruptura con su pareja son algunos de los indicios que encontraron en su expediente médico.
El joven de 26 años Andreas Lubitz había recibido un certificado de baja médica por enfermedad, el cual rompió y ocultó a la empresa. Así como otros documentos que certificaban que el copiloto tenía un largo historial clínico con un cuadro depresivo desatado al parecer por una ruptura con su novia con la que llevaba 7 años. Según fuentes internacionales Lubitz vivía una “crisis existencial” por la cual estuvo recibiendo tratamiento médico y psiquiátrico por una depresión profunda hasta el día de la tragedia. Incluso detectaron que hacía 6 años antes sufrió un Burn-out por exceso de trabajo lo que lo obligo a abandonar sus estudios.
El copiloto empezó su aprendizaje cuando tenía 14 años de edad en una escuela de aviación en Bremen de la linea aérea Lufthansa en 2007.
En el 2008 tuvo que dejar su formación como piloto por una “depresión severa” de la cual estuvo en tratamiento año y medio.
Esta misma mañana la prensa alemana dio a conocer que la policía alemana encontró una pista que puede ser la clave para explicar el motivo por el cual Lubitz decidió llevar a cabo esta acción que derivó en tragedia. Según el propio portavoz de la policía, tienen indicios que muestran que sufría depresión y estaba medicado, además de otros datos que aún no pueden revelar que explicarán lo sucedido. Aclaró, que no se trata ni de una nota de suicidio, ni tampoco tiene que ver con un trasfondo político o religioso.
También trascendió a la prensa alemana que Lubitz sufrió de burla y acoso, por sus propios compañeros de aerolínea, según el diario británico DailyMail que le apodaban “Andy tomate” por haber trabajado como auxiliar abordo de la cabina de pasajeros, hecho por el cual era molestado.
El nuevo dato que se ha dado a conocer es que el piloto trato de abrir la puerta de la cabina incluso con un hacha. Patrick Sonderheimer, el piloto que abandono la cabina por unos minutos solo por razones fisiológicas, trato de tirar la puerta con todas sus fuerzas, hizo todo lo posible por evitar el trágico accidente según las fuentes de seguridad del diario alemán “Bild” quien dio a conocer la nota.
El hacha es según el portavoz de la aerolínea alemana GermanWings es un aparato que siempre debe de estar a bordo del avión, ya que forma parte de la “seguridad del equipo A320”.
La linea aérea Lufthansa, propietaria de GermanWings, explico dos días después del accidente que “el piloto había pasado todas sus pruebas y todos sus exámenes médicos” Por lo que estaba “cien por ciento listo para volar sin restricciones”
Por su parte el director ejecutivo de GermanWings, Thomas Winklemann expresó su consternación a los medios, “dijo que todos estaban en shock de lo sucedido” se trata dijo, de “un hecho que jamás hubieran imaginado; un hecho complemente inexplicable.”
Las autoridades continuarán con la investigación para lograr integrar todos los elementos que pudieran explicar lo sucedido, a los familiares de las víctimas y la opinión pública. Y aunque el análisis de las pruebas puede tomar tiempo, la policía se comprometió a informar a la brevedad posible sobre cualquier avance esencial en la investigación.
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