Se acercan las elecciones intermedias en México y el gran dilema de la población es si ¿votar o no votar? este 7 de junio. Se han realizado muchas campañas en contra del voto, hay quienes aseguran que no votar es una buena manera de mostrarle al gobierno y a los partidos políticos el desacuerdo y la inconformidad que existe en la forma en la que gobiernan, dirigen o actúan sus candidatos o dirigentes actuales. Y tienen razón la clase política nos ha demostrado con creces que la corrupción y la impunidad forman parte de su quehacer político.
Sin embargo, no hay nada más riesgoso que eso, en un país en donde hay que exigir sí, pero con hechos, con contundencia. Expresando de manera abierta lo que no queremos como ciudadanos y a la vez no dejando abierta la posibilidad de que otros capitalicen el ausentismo en las urnas o el voto nulo.
José Woldenberg ex presidente del ya desaparecido IFE, hoy INE explica de manera clara como un “voto anulado, es un voto desperdiciado” porque no termina por expresar un malestar, ni tampoco tendrá ninguna injerencia en la configuración de los gobiernos, o los congresos. Por lo que anular el voto es una forma de anular la posibilidad de expresar que es lo que quieres para tu país.
El voto te invita a decidir, a mostrar cuales son tus preferencias, como ciudadanos. Es cierto que para muchos “no hay partido por el que valga la pena votar”, y es por eso que muchos, han decidido no votar o anular su voto, sin embargo, esto no abona a la democracia de un país como el nuestro. México necesita que los ciudadanos den la cara y tomen una postura, cualquiera que esta sea, para poder exigir resultados posteriores a los dirigentes.
Cuando anulas tu voto, no decides y no decidir tiene un costo social muy alto. Es mejor tomar una decisión, elegir a una candidato o candidata ya sea por su trayectoria profesional, o por su desempeño en cargos de relevancia, incluso por sus propuestas como candidato, que permitir que partidos de mayor presencia en el país, capitalicen los vacíos que dejan los ciudadanos al no elegir.
Generalizar, no resuelve el problema. Ni todos los candidatos son iguales, ni todos los partidos proponen las mismas cosas. Valdría la pena preguntarte como ciudadano ¿si conoces a tus candidatos, y que tanto sabes de sus propuestas, su trayectoria y sus logros en el ámbito que se ha desarrollado? Ese es un buen ejercicio para tomar una decisión razonada.
Quienes promueven el voto nulo lo hacen porque consideran que es posible exigirle a las autoridades un “borrón y cuenta nueva” sin embargo, como siempre en la política habrá quien capitalice ese vacío.
Si tu te encuentras en la disyuntiva entre votar y no votar; VOTA. No permitas que otros decidan por ti. Las opciones están ahí, abiertas para conocerlas. No te anules.
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