Este sábado el keniano Eliud Kipchoge se convirtió en el hombre más rápido de la historia moderna del atletismo, derribando la gran barrera en el siglo XXI: las dos horas en un maratón.
“Aterrizaje en la luna”, así es como lo llamó el keniano, de 34 años, que recorrió en 1h 59:40 los 42.195 kilómetros del circuito montado expresamente para él en el parque Prater de Viena. 4,4 vueltas de 9,6 kilómetros con mínimo desnivel, con liebres permanentes que se relevaban, con una luz que marcaba el tiempo de récord.
Con ritmo sostenido y cadencia, las piernas de este atleta único e impasible corrieron a 2:50 cada 1.000 durante 42.195 metros, algo jamás visto con anterioridad. Con lo cual se comprueba la capacidad del ser humano de ir más allá de sus propios límites.
Kipchoge quien a lo largo de su carrera atlética ha demostrado ser uno de los fondistas más prestigiados a nivel internacional, se ha convertido ya en un verdadero prodigio de las competencias de largas distancias. Al ser el primer ser humano en romper la mítica barrera de las dos horas en un maratón, que tendrá que repetir en una carrera oficial.
“Me siento bien, mi objetivo era hacer historia. Lo he intentado y soy el hombre más feliz en correr un maratón en menos de las dos horas, para inspirar a mucha gente, para decirle que ningún ser humano tiene límites”, dijo el atleta al micrófono de los organizadores tras su hazaña, que compara con “caminar por la Luna, por primera vez.“
Un hito. Kipchoge es el primer mortal que logra cruzar la mítica barrera de las dos horas en el maratón.
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