Si así es. El planteamiento es muy sencillo y a la vez muy profundo. Se trata de aprender a relacionarte con aquello que te sucede en cada momento de tu vida con plena conciencia y aceptación. En palabras coloquiales se trata de: vivir el aquí y el ahora, el momento presente.
Con ello, te das la oportunidad de trabajar conscientemente con tus sentimientos, tu estado de ánimo, y sobretodo se ha comprobado que mejora tu rendimiento.
Normalmente la disyuntiva de un corredor de larga distancia es ¿en dónde colocar tus pensamientos? ¿qué papel juega la mente en tu desempeño? Se corre con el cuerpo, pero también con la mente.
Esa técnica conocida también como la “neurociencia del deporte” tiene como objetivo enseñarte a tener una sana relación con los distintos aspectos del running: como son los olores, los sonidos del ambiente, la respiración, el movimiento de los brazos, de las piernas, los sentimientos de cansancio, de dolor e incluso de alegría, durante una carrera. Te permite entrar en contacto con las emociones, manejar la ansiedad tanto del tiempo, (cuando te preguntas: “¿cuántos kms faltan?”) así como de pensamientos negativos o preocupaciones.
Si quieres potenciar su capacidad mental, concéntrate en el momento presente. Corre con atención plena a tus movimientos y a lo que internamente te sucede. Escucha a tu cuerpo. Conecta con tus emociones y con tu entorno.
Desarrollando estas habilidades ten por seguro que lograrás mayor firmeza y fortaleza mental y con ello serás capaz de perfeccionar tu rendimiento.
Esa es la mentalidad que necesitas para ser un gran corredor.
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